El mundo real... es solo para aquellas personas... incapaces de imaginarse algo mejor.

martes, 28 de diciembre de 2010

El camafeo de la intangible

Entonces la pesada puerta de plata se abrió. La espada temblaba en su mano derecha casi con tan violentamente como lo estaba haciendo toda la torre. Pero aun así; la situación de la joven era tan desesperada que decidió dar un primer paso hacia el interior.
Sus manso vacilaron un fugaz instante antes de atreverse a abrir por completo la puerta de la que emanaba tan cegadora luz.
"Si entras quizás no puedas volver a salir nunca, Mey" dijo una voz a sus espaldas que la hizo retroceder.
"Lo sé. No te pediré que me acompañes" dijo la muchacha acariciando con dulzura la armadura del joven como si ésta tuviera sensibilidad al tacto de su dorada piel.
" Solo te pido que después... tomes mi cuerpo y lo hagas yacer junto al agua. Así podré sentir el abrazo del rió, me reencarnaré en un narciso" dijo sonriendo amargamente antes sus ultimas palabras.
Galadriel asió con energía la mano de Mey que aun acariciaba su armadura, y la puso en su mejilla:
"Te quiero" le dijo. Y ambos se fundieron en un apasionado y dulce beso ignorando las grietas que crecían más y más bajo sus pies.
Entonces en ese instante se escuchó un rujido que parecía provenir de una fiera, y así era; se trataba de un Redenwich: Resurgió volando de entre los escombros y clavó sus zarpas en las piedras de la acabada torre y trepando a la velocidad de la luz, abrió sus fauces y  se llevó la vida la Galadriel entre sus ponzoñosos dientes en menos de lo que canta una musa.

No existen palabras que puedan describir la cara de Mey, solo recuerdo que tuve que sujetarla para que ella no se arrojara hacia su perdición también. Sus gritos sonaron en la noche haciendo estremecerse la bóveda celeste, las aves se alzaron al vuelo, y no solo ellas; sino también su vida.
"¡¡Aun no le has perdido, pero si continuas así lo perderás de verdad!!" le mentí mientras le propinaba una fuerte bofetada con todas las ganas.  Ella aun no se daba cuenta de que yo no estaba allí para ayudarla. Yo era su enemiga, fiel servidora de la criatura que debía terminar con su vida: Lord Shirkoslia.
No sé como explicarlo, el camafeo....brillaba tanto al rededor de su largo cuello... aquella endemoniada pieza era capaz de volvel cruel hasta a la persona mas bondadosa de todas... me cambió ami. A caba momento que pasaba mi deseo de cortare el cuello a Mey para hacerme con el camafeo, era más intenso. En dicho instante recuerdo que su dolor era lo que menos me afectaba, yo solo deseaba que Lord Shirkoslia diera fin a la vida de Mey de una vez por todas. Y estaba apunto de echarse todo a perder si aquella estúpida no reaccionaba pronto.
Así con dureza la cintura de Mey con las dos manos y la obligué a erguirse. Luego las coloqué sobre sus hombros y le exigí que me prestara atención. Se acercaban mas Redenwichs, la torre estaba apunto de hundirse y Mey debía terminar su tarea, así que la empujé en contra de su voluntad hacia el interior de la sala iluminada...donde la esperaba Lord Shirkoslia...

Pasaron largas horas, la torré no llegó a caerse por completo, pero Mey no volvió...nunca logró salir de la habitación iluminada, no con vida....
Durante el trayecto en el que cargué su cuerpo inerte, pensaba en lo que me había costado llevarla a ella y Galadril hasta la torre, mi cometido se había cumplido..y con qué perfección... 

Nunca pesé que lo fuera a lograr realmente, pero lo cierto es que no todas las historias finan bien. Para mi suerte, aquella concretamente había dado fin con una victoria pírrica. Yo había traicionado miserablemente a  mi mejor amiga, la había hecho sufrir de modos insospechados...y ella ni siquiera al final se había percatado del engaño. Mey era una muchacha estúpida, increíblemente inocente... in usualmente terca. 

Pero Mey no había muerto, no...me di cuenta  siete meses después de la batalla de los mundos, cuando el río de Garlein cubrió por completo sus orillas con narcisos y los días de viento se veía la silueta de una mujer danzando entre aquellas flores doradas. 
Su cuerpo y sus cabellos formaban parte del aire, a excepción del camafeo....cuando yo hube recogido su cadáver, comprobé exhaustivamente todo su cuerpo. Quise conseguirlo aun consciente de que El camafeo ya no tenía ningún poder. Pero  yo sabía que guardaba todos los sentimientos, recuerdos y pensamientos de Mey...pero el amuleto había desaparecido aquella noche de su cuello. 
y lo cierto es que sentí ira cuando vi ese embrujado camafeo brillando tangible entorno al cuello de un espectro incorporeo, del espíritu errante de Mey. 
Fue frustante comprobar que el misticismo de su humanidad aun pervivía. Su muerte no sola había terminado con la tiranía en nuestro mundo venciendo a Lod Shirkoslia y muriendo en el intento, sino que había vuelto a nacer con la forma que verdaderamente tenía, volvía a ser una Dama de lo intangible....y eso significaba que Mey volvería...

1 comentario:

  1. Wooooooow *__*, me ha encantado. Y, sobre todo, me ha recordado...
    a Harry Potter! Cuando está con el horrocrux, pero lo tuyo es más original y está mejor escrito^^
    Escribes genial :)
    Pásate por mi blog, tienes algo!
    Teadoro!

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