El mundo real... es solo para aquellas personas... incapaces de imaginarse algo mejor.

domingo, 23 de enero de 2011

¿Sobre qué filosofas?

Hay siete cosas que me llaman especialmente la atención y en las que pienso muy a menudo:
  1. Pienso mucho en la complejidad de las mentes humanas, y especialmente en cuanto a la dimensión onírica se refieren; el porqué de los sueños y pesadillas y en como afectan en nuestras realidades cotidianas y diurnas.
  2. Pienso en el tiempo, en que es posible que las sensaciones de "Deyabú" sean algo mucho mas complejo y trascendental de lo que se cree saber. 
  3.  Cavilo también, en el fascinante descubrimiento de la memoria del agua, la memoria inteligente de un elemento inerte y en que esto puede ser el principio de cosas que los humanos ignoramos, pero que están esperando a ser descubiertas.
  4. Juzgo la evolución y pienso en el pasado; en si verdaderamente lo que llamamos evolución, es lo mejor para nosotros y para el planeta...cuanto mejor eran en algunos aspectos las civilizaciones pasadas. Sería delicioso vivir en un mundo en el que se echara una vista a los documentos recogidos históricos y extrajéramos de cada país y cultura los rasgos buenos, viviendo bajo una ley benevolente a la par que estricta, que favoreciese a las personas  que velan por el bien común y se volviera contra aquellos que intentan destruirla. 
  5. Tengo una creencia que he adquirido personalmente y que está compuesta por dos teorías: Creo en la reencarnación, y en que debido a ella tenemos las sensaciones de Deyabu. Pero también creo en la energía de nuestro planeta, en la corriente vital, ese flujo de energía que sacude la Tierra y da la vida. Esa corriente se nutre de nuestras almas y nuestros cuerpos inertes para luego ser reutilizados dando vida a nuevos seres vivos.Y según el nivel de Karma acumulada durante la última vida que hemos vivido, nuestra energía vital será trasformada en un ser vivo u en otro. Porque la vida es un préstamo de energía, energía que algún día, al morir, tenemos que devolver, puesto que ni se crea ni se destruye: solo se trasforma. 
  6. Aveces me pregunto si es verdaderamente el ser humano, el ser vivo mas evolucionado de todos. Yo doy lugar a dudas mediante la siguiente reflexión: Pienso que el mundo vegetal guarda muchos secretos en su naturaleza. Los budistas creen en el nirvana, ese estado superior del alma en el que el cuerpo se vilera de toda clase de carga y de las pequeñeces mundanas que afligen al ser humano, para convertirlo en ente místico, intangible, trascendental. si el estado de plenitud espiritual de un ser vivo es ese, no necesitar de nada mas que lo estrictamente esencial para vivir y ser feliz, yo pienso que el reino vegetal podría ser un claro ejemplo del máximo nivel de Karma (el nirvana).         
  7. Y el amor....continuamente divago acerca de esto, pero ....es que no puedo explicarlo.                                                                                   
  

domingo, 9 de enero de 2011

Eres Música

Cuando la tienes cerca, cundo tus oídos podrían cobrar vida propia solo con saber que existe, solo con escucharla, se despliegan en ti un estallido de emociones, que mezcladas solo podrían mencionarse como"Caos". Pero tú no eres eso, no. Pues eres el único modo de experimentar verdaderamente algo profundo de un modo invisible, intangible, pero real, tan o mas real que cientos de otras buenas percepciones, pero ninguna como tú.
No, claro que no, no podrían nunca compararse a ti.
Como decirte y saber que me oyes, que intento demostrar en estas palabras lo importante que eres para mi, todo lo que me haces sentir, amor, odiopasión, tantas cosas....tan dentro.
Eres única. Eres Música.

sábado, 8 de enero de 2011

C.B


Todo era perfecto; elegante, sofisticado, romántico por la cálida luz de las velas.
No faltaba de nada, incluso estaba el exquisito detalle de la música ambiental.
Mas aun rodeada de encantadora gente, algo...desde el principio me dijo que aquello iba a ser jovial y desolador. Yo, estaba allí expresamente para hacerle feliz, no había otro motivo que me condujese a esa fiesta.
A pesar de que me lo pasé soberbiamente, noté que algo dentro mi sentido corazón, amenazaba con manifestar su presencia a flor de piel. Sentí cómo nuevamente una punzada me descalabraba el pecho. Acaeció en un momento puntual del festejo. Entonces fue muy repentino; era como si de pronto todo se hubiese vuelto a cámara lenta para dejarme ver con total claridad... lo que estaba pasando y yo no quería ver, ni creer. El rítmico latido de mi corazón me retumbaba en los oídos de un modo especial...de una manera definitiva, como si aquello fuera un aviso. Como cuando una persona está sufriendo un ataque al corazón y escucha sus últimos latidos. Uno...Dos....Tres....él no sabe en que momento cesará la cuenta, pero sabe que no durará mucho mas. Esas punzadas doloras que determinaran un fin...las he sentido....pero de otro modo. Una amistad que desde el principio supe que no duraría para siempre, supe que no había una clara esperanza, y es que lo cierto es...que la distancia hace el olvido. Nunca puedes prometer que no olvidaras al alguien ...sobre todo si sabes que hay promesas que no dependen de ti que puedan o no cumplirse. Porque el ser humanos se forma de uno mismo...y de sus circunstancies, circunstancias que muchas veces por nuestra manceba edad se nos escapan de las manos.
No sé con exactitud cuantas punzadas definitivas he sentido, pero sé cuando empezaron...sé que no me quedan muchos avisos para sentir el fin de todo esto. Sé también con total y doliente certeza que le voy a perder....por no decir que ya no queda esperanza.
Y aunque me duele... tengo que asumir que él ahora tiene una vida  y amigos de verdad, que bien sabe el cielo que no hay nada que me haga mas feliz. Pero...no es esa la razón de mi amargo sabor de pecho, sino saber que el objeto de su felicidad, es también el de mi consternación.

Nuestra amistad es como un lazo roto cuyas dos mitades resisten en separarse por la fuerza de un brillante hilo que se niega a permitir que esto ocurra... será la esperanza, el afecto, el sentimiento, la estima, que este sensible corazón anegado de emociones te procesa.